miércoles, 28 de mayo de 2014

Pliegues y dobleces

Tipos de Dobleces

Cuando se diseña un libro, debemos adaptarnos al tamaño del papel, o sea debemos de adaptarnos a los tamaños que se manejan en las imprentas.
Los libros son impresos en pliegos o en papel de bobina. El impresor forma los pliegos ubicando cierto número de páginas de acuerdo al tamaño de la hoja extendida o del ancho de la bobina. Los pliegos toman el nombre de la cantidad de dobleces que llevan; los más utilizados son los pliegos de 16 y 32 páginas.

    

Llamamos doblados a la distribución ordenada de las páginas que componen un pliego, esta forma de distribución hace que al ser doblado el pliego de la forma estipulada las páginas se pongan en orden correlativo.
Cuando realizamos un trabajo impreso muchas veces es necesario saber el tipo de doblado que realizaremos para así calcular el número exacto de páginas y poder economizar gastos tanto de papel como de diferentes acciones que se realizarán como: alzados, plegados y cortes.


A la hora de decidirnos por un tipo concreto de doblados (en algunos lugares se les llama casados) tenemos que tener en cuenta cosas como:

  • el grosor del papel
  • la dirección de la fibra
  • el formato de la máquina de impresión
  • el formato de la plegadora
  • el número de páginas totales
Podemos dividir los casados en dos tipos: regulares (alargados y apasionados) e irregulares.

Doblados irregulares:
En este tipo de casados no se sigue la norma utilizada para los regulares ya que pueden necesitar uno o más dobleces paralelos o en diferentes direcciones.
Tipos de casados más utilizados: tríptico, seisavo, diezavo, dozavo, dieciochoavo...
A continuación presentamos gráficamente algunas de las formas de dobles de papel que se aplican en la industria editorial:

  • Tríptico: 2 dobleces, 6 páginas.
  • Seisavo: 3 dobleces, 12 páginas.
 



Doblados Regulares:
Para realizar el plegado de los alargados se debe hacer de derecha a izquierda, en dobleces perpendiculares (girar 90º a dextrórsum).
Para realizar el plegado de los apaisados se debe tener en cuenta que el penúltimo doblez debe ir paralelo al anterior (el resto irá igual que los prolongados).
Se considera que el casado tipo folio se obtiene a partir de un "formato especial".
Tipos de casados regulares:

  • Folio: 1 doblez, 4 páginas.
  • Cuarto: 2 dobleces, 8 páginas.
  • Octavo: 3 dobleces, 16 páginas.
  • Dieciseisavo: 4 dobleces, 32 páginas.
  • Treintaidosavo: 5 dobleces, 64 páginas.

 




sábado, 10 de mayo de 2014

SBI, Profundidad.

Origen

Su uso es bastante antiguo en reproducciones de papel, aparece en Europa durante el siglo XV. La forma rotativa del Huecograbado es llamada rotograbado.
Aunque el huecograbado es una técnica nacida gracias a la acumulación de invenciones técnicas, el huecograbado moderno se puede atribuir a Karel Klic, inventor y artista checoslovaco, quien desarrollo las técnicas de fotograbado basado en mascaras de gelatina que se endurecían bajo la luz y protegían las planchas de metal de la acción de los ácidos. También desarrollo las técnicas de semitonos y la mecanización de las prensas, permitiendo así el nacimiento del huecograbado en Inglaterra a finales del siglo XIX.

Proceso

El Huecograbado es un sistema de impresión en que su forma impresora es bajorrelieve.
La forma impresora típica del huecograbado es el cilindro de impresión, que consta básicamente de un cilindro de hierro, una capa de cobre sobre la que se grabará el motivo a ser impreso, y una capa de cromo que permite una mayor resistencia o dureza durante el proceso de impresión (la capa de cobre es muy frágil y se rompería con gran facilidad durante el proceso).
El proceso de grabado (denominando grabado a la incisión de pequeñas oquedades, encargadas de transferir la tinta en la capa de cobre), se hace bien por métodos químicos o bien por métodos mecánicos, siendo este último el más extendido actualmente. Para ello, un sistema de grabación es una cabeza de diamante, dirigido desde un ordenador, que se encarga de grabar la figura que se transferirá posteriormente al impreso mediante repetidos golpes. Cada cilindro tiene diferencias en su grabado que dependen del color y de la imagen que debe transferir. Estas diferencias se ven reflejadas por la lineatura, el ángulo de grabado de la trama y el porcentaje de puntos.
La prensa rotativa imprime directamente a partir de un cilindro de cobre tratado con ácido y que utiliza una tinta al agua de secado rápido. A medida que gira el cilindro pasa a través de un baño de tinta y es raspado posteriormente por una cuchilla de acero llamada rasqueta, dejando de esta forma la tinta sólo en los pozos del área con imágenes. De este modo la tinta es absorbida por la superficie del papel cuando entra en contacto con la placa.

 

Las Planchas

La plancha es de lectura indirecta (invertida en espejo). En las rotativas, las planchas no se preparan aparte y luego se acoplan al cilindro portaplanchas, sino que se graban directamente sobre el cilindro.
En su primera época el grabado de los cilindros se hacía con procedimientos fotoquímicos. No hace muchos años se pasó a hacer con complejas máquinas que controlaban cabezas grabadoras de diamante. En los tiempos más recientes, el grabado se hace con máquinas láser de alta precisión.
Las celdillas pueden tener cualquier forma, pero las más usuales suelen ser cuadradas, romboidales o redondeadas. En la actualidad existen también sistemas de tramado estocástico para huecograbado.



Las tintas

Las tintas de huecograbado, similares a las de flexografía, son no grasas (su base es alcohólica o acuosa). Tienen poca viscosidad y secan muy rápido (por eso es un proceso de impresión muy ágil).
En general son translúcidas: No son opacas y cuando imprimimos una tinta encima de otra, los colores se suman, no se tapan (mezcla de colores sustractiva: los pigmentos sustraen luz). Existen tintas para huecograbado de tipo especial como por ejemplo las tintas metálicas, fluorescentes.

Los sustratos

El huecograbado se usa para imprimir en muchos tipos de soportes, principalmente papel estucado en bobina (revistas y catálogos), papel en hoja (sellos y papel moneda), cartulinas, plásticos y celofanes (empaquetados de todo tipo).

   

Otras características del huecograbado

El las planchas o cilindros de este sistemas son caros, por lo tanto no es optimo para tiradas pequeñas de impresiones. A la vez son muy resistentes al deterioro por esta razón las grandes tiradas resultan económicas en este sistema de impresión además que ofrece una de las mayores calidades de impresión.
Su resolución de impresión es alta, permite detalles precisos y una excelente reproducción del color además de su gran velocidad. Estas características lo hacen adecuado para la impresión de revistas de gran difusión y prestigio, así como catálogos de fabricantes de productos importantes.
A pesar del costo de su maquinaria su uso y mantenimiento es sencillo
En rotograbado, la impresión por cilindro permite motivos sin fin, o sea que no es necesario dejar huecos dentro de la impresión (puede desestimarse los márgenes).
Las tintas en el huecograbado están basadas en disolventes como el tolueno, que son más contaminantes que otros usados en diferentes sistemas de impresión.

Algunas ventajas e inconvenientes

  • El grabado de las planchas (cilindros) de huecograbado es muy caro tanto en material como en maquinaria. Eso hace que el huecograbado no sea indicado para tiradas pequeñas.
  • Las planchas de huecograbado aguanta grandes cantidades de impresión sin sufrir deterioro. Por eso, para grandes tiradas, la economía de escala hace que sea el sistema de impresión más rentable a la par que es uno de los que ofrece mayor calidad.
  • El huecograbado permite reproducir detalles muy precisos y una reproducción del color muy brillante sobre papeles bastante fino a una gran velocidad. Son capaces de trabajar con lineaturas muy elevadas y conserva el detalle con porcentajes de punto muy bajos y muy altos con una ganancia de punto razonablemente controlada (dependiendo del sustrato, obviamente).
  • Las rotativas de huecograbado pueden ser bastante más anchas que las de otros tipos de impresión. Admiten bobinas de papel de una anchura excepcional, lo que permiten desarrollos de pliegos bastante amplios y una gran flexibilidad productiva.
  • A pesar de los costes de las planchas, los sistemas mecánicos de una máquina de huecograbado son más simples que los de una prensa de litografía, por lo que su mantenimiento es más sencillo.
  • Como las tintas son muy fluidas, se pueden aplicar en grandes cantidades, lo que permite imprimir colores más brillantes. Eso es especialmente en zonas oscuras de las imagenes, lo que permite alcanzar un rango dinámico elevado.
  • La resistencia al desgaste de las plachas hace que la calidad de la tirada se mantenga muy constante a pesar de su gran volumen. Por eso, las reimpresiones con las mismas planchas no muestran grandes diferencias ente tiradas.

 

domingo, 4 de mayo de 2014

SBI: Superficie.

Antecendentes a la Litografía

El descubrimiento de Dufay.
En 1728 (70 años antes de la litografía) Dufay publica en los “Anales de la Academia de Ciencias” su "Procedimiento para grabar el mármol" según los siguientes pasos:
  • Trazar el dibujo.
  • Cubrir con barniz (Goma Laca + Alcohol ó Cera de España + Alcohol mezclado con Negro de Humo o Bermellón).
  • Mordiente o “Disolvente(Espíritu de Sal + Vinagre destilado).
Viene a equivaler a una forma de Litografía Mecánica aún sin la intención fundamental de producir una matriz para su impresión que es lo que diferencia cualitativamente de modo diametral la investigación de Senefelder.

El decano Schmidt.
Los detractores de Senefelder le disputaron el honor del invento a favor del eclesiástico y profesor Decano de la Escuela de cadetes de Munich, Simón Schmidt. Éste, hizo experimentos en 1796, (había grabado una piedra con un mapa de Africa y proyectado piedras grabadas para producir impresos en relieve sobre temas botánicos) estrictamente contemporáneos a los de Senefelder, de impresión en relieve a partir de piedras grabadas. Senefelder le reconoce el mérito al decano Schmidt, pero se reserva absolutamente la paternidad de la “Impresión química”.
La disputa Schmidt–Senefelder se produce exclusivamente sobre la Litografía Mecánica. Este habla además sobre prensas y entintados y en 1799 deja perfectamente clara su autoría sobre la Impresión Química.

Litografía

La Litografía Mecánica
En su invención y desarrollo intervino en alguna medida el azar pero fue desde luego fruto de numerosos experimentos previos, afirmación que vale para todo el invento de la Litografía en general.
El azar sobreviene en forma de una Nota de la Lavandería: Debe escribir a toda prisa un pedido o lista de lavado y al no tener con qué recurre a su barniz de protección o tinta química” y a la superficie de una piedra a falta de papel. Este hallazgo fortuíto le conduce a la inversión diametral del concepto de grabado en hueco por el de relieve.
Efectivamente, prueba a morder la piedra dibujada en positivo para producir el relieve de lo dibujado y no al contrario. Teniendo ya por experimentos anteriores la medida de proporciones para el mordiente sobre la piedra caliza.
El problema siguiente es el entintado: Prueba a entintar con bola de cuero y crin y tinta de aceite de lino. La piedra se emborrona. Fabrica un tampón de madera rígida y tela que funciona mucho mejor.

 
   


La Litografía Química
Tenía que escribir un libro de plegarias en caracteres itálicos que no dominaba al revés. Ello le lleva a indagar en los principios del reporte: lápiz inglés sobre papel húmedo se marca mediante presión con cierta nitidez a la superficie pulida de la piedra. Comprueba primero la afinidad de la tinta usada para la escritura con la aplicación sobre ella de soluciones mas débiles de tinta con lo que toda la capa de lo escrito queda reforzada.
Comprueba ademas el rechazo hacia la tinta ejercido por las superficies de papel previamente tratadas con soluciones de goma y vitriolo. Investiga sobre tintas mas densas para conseguir mejores impresiones.
Concluye la cualidad mordiente y desensibilizadora de las soluciones de goma sobre la piedra caliza. Describe la experiencia de reporte de un texto ya impreso tipográficamente con una página de un libro que resulta exitosa.
¿Podría suceder lo mismo con lo escrito o dibujado sobre una piedra? Las pruebas sobre las piedras resultan asimismo exitosas. La caliza demuestra gran capacidad para retener la grasa que penetra en ella profundamente.
Un sistema de limpieza de la piedra previo a su escritura a base de aceite de lino o a base de agua y jabón se muestra inviable puesto que engrasa toda la piedra. El único sistema de limpieza es, pues, el de un ligero aguafuerte. Se supera la idea de grabado. No es necesario producir un hueco ni un relieve.

Fotolitografía

Alphones Louis Poitevin descubrió en 1855 que si una solución de bicromato de potasio y albúmina era secada sobre la piedra litográfica y expuesta bajo un negativo fotográfico, las partes expuestas a la luz se volvían insolubles y la tinta sólo se adhería a esas partes. En 1885, Frederick Ives inventó una malla de medios tonos hecha de dos negativos expuestos de vidrio marcados con líneas equidistantes que la cruzaban en ángulos rectos. Volviendo a fotografiar una fotografía original con la pantalla de medios tonos frente a la nueva película crearía un nuevo negativo en medios tonos. Las áreas claras en el original reflejaban más luz sobre la película, creando puntos grandes; las áreas más oscuras creaban puntos más pequeños. En 1890, Max Levy desarrolló un proceso de fabricación para las mallas. Los periódicos usaron la fotolitografía para reproducir fotografías de eventos notables.

      


 
  

Offset


El contacto directo entre la piedra y el papel es abrasivo, lo que hace que la imagen desgaste la plancha. La impresión offset agrega una superficie de mantilla de goma como un paso intermedio para preservar la imagen.
En el año 1904 un operario ruso, Ira Rubel, que trabajaba en New Jersey imprimiendo trabajos con una máquina plana, dejó, por olvido, de marcar un pliego y la impresión pasó al cartucho que cubría el cilindro. El siguiente pliego apareció impreso en las dos caras, pero Rubel detectó que la impresión hecha desde el cartucho tenía una mejor calidad. Esto supuso el nacimiento de la impresión OFFSET (término inglés que significa "fuera de lugar"), que también se denominó impresión indirecta, por haber en ésta un
paso intermedio.



Un cilindro recubierto de caucho, que recibía la impresión de otro cilindro situado encima del primero. Éste segundo cilindro llevaba la plancha de cinc. El papel era transportado por un tercer cilindro, teniendo todos el mismo diámetro.
El fundamento de este sistema consistía en que la plancha de cinc transfería la imagen al cartucho, que, a su vez, y aprovechando su compresibilidad para compensar rugosidades del papel, la transfería a éste último.
A diferencia de otros sistemas de impresión, en el offset se imprime con una superficie plana. Lo que se imprime no son las zonas en relieve de una plancha (flexografía) o rehundidas (huecograbado), sino que una tinta grasa se deposita sobre la emulsión repelente al agua de una plancha plana humedecida. Las zonas de impresión son los lugares donde ha quedado esta emulsión tras someter la plancha al revelado posterior a un proceso similar al positivado fotográfico, en el que el negativo sería el fotolito, y el papel, la plancha. Las zonas de no impresión son las partes de la plancha sin emulsión, que retienen el agua de humectación que impide el entintado.
Una máquina offset de varios colores tiene un cuerpo o unidad de impresión por cada color que pueda imprimir por pasada de papel. Por ejemplo, si la máquina tiene cinco cuerpos, se podrá imprimir un documento a cinco colores (cuatricromía más barniz, quizás) de una vez: el papel pasará sucesivamente por cada cuerpo o color. Si la máquina es de tres cuerpos, primero se imprimirán tres tintas, luego se parará la máquina, se limpiará, se reentintará, se reajustará y se volverá a hacer pasar el papel ya impreso para imprimir la tinta restante y el barniz.



Preparación de las planchas

Los fotolitos se sitúan sobre la plancha de impresión virgen, cubierta de emulsión fotosensible, y se somete el conjunto a una luz intensa (insolación). Las planchas pueden ser negativas o positivas y requerir fotolitos en negativo o positivo. Las zonas de impresión conservarán la emulsión en positivo tras el revelado. Esta emulsión repelerá el agua y retendrá la tinta grasa, al contrario que las zonas de no impresión, sin emulsión.

Humectación
La plancha se monta sobre un rodillo rotativo. Al empezar a girar, entra en contacto primero con unos rodillos que la humedecen con una solución de agua y aditivos, como el alcohol isopropílico, que cae de una bandeja y se reparte uniformemente al pasar por la batería de rodillo de humectación. El último humedece la plancha excepto en las zonas de emulsión, por las que resbala el agua.

Entintado
La tinta, espesa y grasa, cae de otra bandeja o depósito sobre una batería de rodillos vibradores, que la convierten un una película fina y uniforme. Cuando el último rodillo entintador entra en contacto con la plancha, la tinta se deposita en las zonas secas (de impresión, con emulsión) y no en las húmedas.

Transferencia
El último rodillo es una mantilla de goma que presiona la plancha y se lleva la imagen de impresión invertida. La mantilla tiene un cierto grado de flexibilidad para que al presionar sobre el papel (siguiente paso) ceda un poco y la imagen se transfiera bien tanto al papel liso como al rugoso o con textura.

Impresión
En el último paso, el papel, tanto en hojas sueltas (máquina plana) como en bobina (rotativa) pasa entre la mantilla y el rodillo de impresión. La mantilla entintada, con la imagen invertida, presiona contra el papel, retenido por el rodillo de impresión, y le traspasa la imagen, que queda en el sentido correcto.